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“ número de dudas, acerca de la razón de mi existencia, el
CUENTOS
amor y otras cosas. Desperté en un día cualquiera sintiéndo-
Alguna vez me enamoré.
me fatal conmigo, como ya era usual, hasta que estas pala-
bras me alertaron: “Estaba esperándote”.
Lastimosamente, dicen que
el primer amor desordena
ción. Me levanté de la cama, sintiéndome ligera como nunca.
la vida, los sentimientos
Ahora había dos personas en ese lugar. ¿Ambas era yo? Pre-
y el pensamiento, Aparentemente, no había nadie más que yo en mi habita-
senciaba frente a mí, aún dormido, un cuerpo que parecía ser
el mío. ¿Cómo era posible? Yo ya me había levantado. Quizás
concluyendo en un intento es una ensoñación representando lo que las circunstancias
fallido de amar. ” me han hecho sentir. Fue mi primer pensamiento. “Querías
respuestas”. Esa voz cálida se pronunciaba desde algún lu-
gar que no asimilaba dónde era. Su voz se escuchaba por
Tenemos mucho que hacer en este fragmento de tiempo”.
alternas. Las he conocido, no porque alguien me las bajara, doquier, cual onda esférica. “Cuando estés lista, me verás.
Repentinamente, mi habitación se desmoronaba, el univer-
sino porque su compasión me llevó a ellas cada noche que mi so entero surgía envolviéndola y de la nada la vi. Una cria-
alma se salía de mí.
tura extraterrestre, sin forma particular, no sabría explicar
Alguna vez me enamoré. Lastimosamente, dicen que el pri- si era un ángel, Dios, todas las estrellas reunidas, o el genio
mer amor desordena la vida, los sentimientos y el pensa- de la lámpara que leí en Las mil y una noches. Sentí que fue
miento, concluyendo en un intento fallido de amar. Mi caso pronto para verla, entonces, ese ser surreal leía mis pensa-
no fue diferente. Escogí, sin pensarlo, a quien contrariaba mientos porque dijo: “El tiempo es un invento de los huma-
demasiados aspectos de mí. Me perdí en sus ojos penetran- nos, tu alma no siente miedo. Despojándote del mundo físico
tes, apariencia sombría e interior de misterios que, para mi que conoces, podrás comprender y atender tus vacíos”. Qui-
alma curiosa e inquieta, fueron atractivos irresistibles, con- se responder. Nuevamente me sentía atrapada en un cuerpo
denando mis futuros infortunios. Nuestro romance pasó de que consideraba de todo menos mío, y como un torbellino,
ser un idilio de amor a oscuridad. Las ganas de amar se esca- miles de amarguras encadenaron mi alma como un abrazo
paron de las manos de mi amado, mientras yo seguía firme mortal que me impedía verla.
en un solitario sentir.
Vivía atemporal, ajena, atrapada en un círculo de acciones
miserables. Por las noches aún gozaba de su presencia ilu-
Una noche de octubre,
soria, porque yo lo anhelaba a él; la idea de un nosotros sin- “
cero que me llenara de certezas sobre el amor. Al despertar- en lo más crítico del
me, el mundo permanecía igual, seguía al fondo del pozo
y se agudizaban esas interminables dudas que me dejó el dolor, mi corazón se
desamor. Después, noches de insomnio acompañaron mi encontraba al borde de
soledad. La mente, contrincante detestable, traía a mí re-
cuerdos e ilusiones que creé vanamente. Sobrepensar era latidos y la frase que
hábito, revisaba decisiones tomadas para ubicar cuándo el afirma que “de amores
amor se nos había acabado. nadie se muere”
Rogué inconsolable por respuestas, ya no quería pensar en
esa persona, sino llenarme los pedazos que había tomado. era ofensa para un
Una noche de octubre, en lo más crítico del dolor, mi corazón moribundo corazón.
se encontraba al borde de latidos y la frase que afirma que ”
“de amores nadie se muere” era ofensa para un moribundo
corazón. Las lágrimas derramadas despertaron compasión
en los luceros. Esa noche triste dormí con un interminable
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