Page 33 - REVISTA HISPANO #45_B18_Digital
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“                                                número de dudas, acerca de la razón de mi existencia, el


                                                                                                     CUENTOS




                                                                amor y otras cosas. Desperté en un día cualquiera sintiéndo-
                  Alguna vez me enamoré.
                                                                me fatal conmigo, como ya era usual, hasta que estas pala-
                                                                bras me alertaron: “Estaba esperándote”.
                  Lastimosamente, dicen que
                  el primer amor desordena
                                                                ción. Me levanté de la cama, sintiéndome ligera como nunca.
                  la vida, los sentimientos
                                                                Ahora había dos personas en ese lugar. ¿Ambas era yo? Pre-
                  y el pensamiento,                             Aparentemente, no había nadie más que yo en mi habita-
                                                                senciaba frente a mí, aún dormido, un cuerpo que parecía ser
                                                                el mío. ¿Cómo era posible? Yo ya me había levantado. Quizás
                  concluyendo en un intento                     es una ensoñación representando lo que las circunstancias
                  fallido de amar.            ”                 me han hecho sentir. Fue mi primer pensamiento. “Querías
                                                                respuestas”. Esa voz cálida se pronunciaba desde algún lu-
                                                                gar que no asimilaba dónde era. Su voz se escuchaba por


                                                                Tenemos mucho que hacer en este fragmento de tiempo”.
            alternas. Las he conocido, no porque alguien me las bajara,   doquier, cual onda esférica. “Cuando estés lista, me verás.
                                                                Repentinamente, mi habitación se desmoronaba, el univer-
            sino porque su compasión me llevó a ellas cada noche que mi   so entero surgía envolviéndola y de la nada la vi. Una cria-
            alma se salía de mí.
                                                                tura extraterrestre, sin forma particular, no sabría explicar
            Alguna vez me enamoré. Lastimosamente, dicen que el pri-  si era un ángel, Dios, todas las estrellas reunidas, o el genio
            mer amor desordena la vida, los sentimientos y el pensa-  de la lámpara que leí en Las mil y una noches. Sentí que fue
            miento, concluyendo en un intento fallido de amar. Mi caso   pronto para verla, entonces, ese ser surreal leía mis pensa-
            no fue diferente. Escogí, sin pensarlo, a quien contrariaba   mientos porque dijo: “El tiempo es un invento de los huma-
            demasiados aspectos de mí. Me perdí en sus ojos penetran-  nos, tu alma no siente miedo. Despojándote del mundo físico
            tes, apariencia sombría e interior de misterios que, para mi   que conoces, podrás comprender y atender tus vacíos”. Qui-
            alma curiosa e inquieta, fueron atractivos irresistibles, con-  se responder. Nuevamente me sentía atrapada en un cuerpo
            denando mis futuros infortunios. Nuestro romance pasó de   que consideraba de todo menos mío, y como un torbellino,
            ser un idilio de amor a oscuridad. Las ganas de amar se esca-  miles de amarguras encadenaron mi alma como un abrazo
            paron de las manos de mi amado, mientras yo seguía firme   mortal que me impedía verla.
            en un solitario sentir.

            Vivía atemporal, ajena, atrapada en un círculo de acciones
            miserables. Por las noches aún gozaba de su presencia ilu-
                                                                       Una noche de octubre,
            soria, porque yo lo anhelaba a él; la idea de un nosotros sin-  “
            cero que me llenara de certezas sobre el amor. Al despertar-   en lo más crítico del
            me, el mundo permanecía igual, seguía al fondo del pozo
            y se agudizaban esas interminables dudas que me dejó el        dolor, mi corazón se
            desamor. Después, noches de insomnio acompañaron mi       encontraba al borde de
            soledad. La mente, contrincante detestable, traía a mí re-
            cuerdos e ilusiones que creé vanamente. Sobrepensar era       latidos y la frase que
            hábito, revisaba decisiones tomadas para ubicar cuándo el   afirma que “de amores
            amor se nos había acabado.                                         nadie se muere”

            Rogué inconsolable por respuestas, ya no quería pensar en
            esa persona, sino llenarme los pedazos que había tomado.       era ofensa para un
            Una noche de octubre, en lo más crítico del dolor, mi corazón   moribundo corazón.
            se encontraba al borde de latidos y la frase que afirma que                      ”
            “de amores nadie se muere” era ofensa para un moribundo
            corazón. Las lágrimas derramadas despertaron compasión
            en los luceros. Esa noche triste dormí con un interminable

                                                                                 FUNDACIÓN HISPANOAMERICANA   33
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