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RINCONES DE ESPAÑA








                                                                Los propietarios de La Pajarita, conocedores de la pastele-
                                                                ría francesa y de la tendencia europea a consumir carame-
                                                                los florales, que ya se vendían en ciudades como Toulouse
                                                                y París, se propusieron introducir en Madrid esta variante
                                                                confitera, y crearon los caramelos de violeta y de rosas, con
                                                                moldes que recordaban la forma de estas flores y esencias
                                                                que evocaban su olor y sabor. Los caramelos de violeta al-
                                                                canzaron gran popularidad y demanda. Los de rosa no
                                                                tuvieron la misma acogida y poco a poco fueron desapare-
                                                                ciendo del mercado, mientras los de violeta comenzaban a
                                                                ocupar un lugar entre los íconos emblemáticos de Madrid.

                                                                Con el aumento de la clientela, atraída no solo por las paja-
                                                                ritas de chocolate y los caramelos de violeta, sino también
                                                                por los caramelos envueltos en un papel que lleva impreso
                                                                un jeroglífico que hay que descifrar si quieres descubrir los
                                                                secretos de su origen, y que aún hoy siguen vendiendo con
                                                                una amplia gama de sabores, la confitería tuvo que cam-
                                                                biarse de lugar. Tras algunos cambios, abrió sus puertas en
                                                                el precioso local, que es su actual sede, en la calle Villanue-
                                                                va número 14 de Madrid, muy cerca de la Biblioteca Nacio-
                                                                nal, la Puerta de Alcalá, la plaza de Colón y El Retiro.

                                                                Como pasa en La Violeta, entrar en esta confitería es un
                                                                viaje en el tiempo, guiado esta vez no solo por el aroma de
                                                                la violeta, sino por toda una gama de experiencias olfati-
                                                                vas, que nos transportan a un soñado paraíso infantil, a un
                                                                mundo de juegos y nostalgias enmarcado en sus muebles
                                                                de época, su decoración en tonos pastel y sus mil y mil de-
                                                                licias que son un placer que quedará para siempre ligado a
                                                                nuestros recuerdos.
                                                                Tanto la Confitería La Pajarita como La Violeta son dos
                                                                lugares que  no pueden dejar de visitarse en nuestros
                                                                viajes a Madrid, por todo lo que hemos comentado y por
                                                                un motivo adicional, pero no menos relevante: Al salir de
                                                                cualquiera de ellos, entenderemos que, con violeteras en
                                                                sus calles, o sin ellas, el color y el olor de Madrid será
                                                                siempre VIOLETA.





            Caja de violetas en La Pajarita. Fuente: Tienda virtual de La Pajarita.
             https://bombonerialapajarita.es/producto/violetas/







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